domingo, 29 de marzo de 2009

La cuestion social en Venezuela

República Bolivariana de Venezuela
La Universidad del Zulia
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Maracaibo-Edo-Zulia

VI CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE SOCIOLOGÍA DEL TRABAJO
México, 19-22 de mayo de 2009.


Dr. Luis Eduardo Díaz*



LA CUESTIÓN SOCIAL EN VENEZUELA



Partiendo del examen de los basamentos socioeconómicos de la seguridad social y los factores y valores que los debilitan, la ponencia, constata en primer lugar, una gran inestabilidad institucional, pues el gobierno procura un nuevo tejido social a través del socialismo bolivariano y lo segundo, apoyándonos en las reformas normativas previsionales, se observa que la intervención gubernamental no se produce en el mercado de trabajo, advirtiendo las consecuencias de ello.




Basamentos Socio Económicos de la Seguridad Social

La seguridad social tiene como uno de sus basamentos socio- económicos más importantes, al empleo, pero 2009 registrará, consecuencia de la crisis mundial, pérdida de puestos de trabajo y aumento de la economía informal. (0IT, 2008). Países con mayor cobertura social, como Uruguay, Chile, Colombia y Costa Rica, enfrentarán mejor esta crisis que afecta la economía real. (Vera Asaf, 2008). La informalidad vulnera a la seguridad social, extendida a minorías étnicas, mujeres, jóvenes y la tercera edad. También hay grupos de trabajadores afectados por la simulación de contratos de trabajo o tercerizados que tienen beneficios por debajo de lo permitido. Y antivalores como la corrupción que aumenta la desigualdad, reduce la efectividad del gasto y termina justificándose como forma de vida del funcionariado y de funcionamiento del régimen. La corrupción contribuye a captar menores cotizaciones, menores reservas e inversiones y las prestaciones son inferiores.


Walker y Pellissery (2008) señalan que el crecimiento económico es otro de los fundamentos de la previsión social. El diferente grado de desarrollo indicaría el número de prestaciones, desde las clásicas, como la vejez, la invalidez y la sobrevivencia, pasando, de mayor a menor intensidad, por las indemnizaciones, consecuencia de lesiones profesionales, seguido de la asistencia médica, y con menos frecuencia de aparición, figuran el desempleo y las prestaciones familiares.

Puede aparte, existir una intervención deliberada del Estado como uno de sus objetivos estratégicos, pero ello estará ligado a la capacidad institucional de gestionar e influir en la concepción de la seguridad social, y contribuir a reducir la desigualdad (OCDE, 2007).

En algunos casos, como el de Venezuela, el diálogo social está minado. La credibilidad y la confianza sobre la seguridad social están rotas. La sociedad venezolana es muy desigual, las diferencias salariales son muy marcadas y se masifican mecanismos de organización del trabajo, como las cooperativas, las que sustraen a los trabajadores de garantías laborales y de la previsión social (Díaz, 2008a). Por otro lado, se introduce un nuevo patrón productivo que supone la sustitución de la ganancia, por la distribución de los excedentes entre los participantes de la empresa. Un Decreto – Ley del Ejecutivo de 2008, desarrolla varios tipos de estas empresas como las comunales, la de propiedad indirecta, las de producción social, las de trueque, entre otras.

En Venezuela, el contrato social procura un nuevo tejido. Y el gobierno del presidente Chávez supone que el socialismo bolivariano es la solución. Hasta ahora, pese a la regulación e intervención, el socialismo bolivariano no ha podido evitar la reducción del costo de la mano de obra, donde influyen las tecnologías y las fluctuaciones del mercado.

Reforma de la Legislación Previsional

La ley de seguridad social ha resultado inaplicada. Del año 2002 al 2007, el instrumento fue ineficaz, hasta que una reforma decide mantener al Instituto de los Seguros Sociales (IVSS), lo que la ley anterior negaba. Además, quedaba diferida cualquier estrategia de intervención y eliminada cualquier posibilidad de instalar una nueva institucionalidad. El gobierno promueve otra reforma pero esta vez con el propósito de sustraer el régimen de vivienda y habitat de la previsión social. Esta parcela gubernamental decidió que el Banco de la Vivienda, se encargará de la recaudación, función que antes cumplía la todavía inexistente Tesorería de la Seguridad Social. La reforma lo que hizo en la definitiva, fue desmembrar una de las ramas previsionales y demostrar la inoperancia del régimen. Después, se modifica la ley del seguro social y el cuadro de sanciones, actualizándolo por unidades tributarias, de manera de procurar un aumento de los ingresos del IVSS, muy dependiente del fisco nacional.

Estas últimas reformas, aparte de otras (reglamento de la Ley del Trabajo, ley y reglamento sobre condiciones de trabajo, de empleo, entre otras), configuran una regulación con resultados parciales, -como la mejora de la recaudación y el aumento de la inspección laboral en el sector privado-; en razón de la inefectividad y una política laboral en la que el diálogo está ausente. Sin embargo, el gobierno del Presidente Chávez, ha venido actuando en dos (2) frentes para abordar la cuestión social:

Involucra a actores distintos y modos de participación diferentes a través de mesas técnicas de agua, electricidad o consejos comunales que manejan directamente recursos provenientes de asignaciones especiales y de la descentralización, además de cooperativas y comunas.

Esta intervención modela un arco amplio de posibilidades de expresión, abre canales de participación y permite una administración de recursos de parte de los ciudadanos. Luego, están los programas sociales que el gobierno denomina “misiones” para la resolución de problemas como la alimentación, la salud y la educación.

Esta población y esta organización no vive de la seguridad social. Depende enteramente del estado petrolero y de los impuestos, especialmente el de valor agregado que supera cualquier otro.

ii) El segundo frente de actuación es el mercado de trabajo propiamente dicho, donde lo más persistente ha sido fijar el salario mínimo, otorgar créditos con tasas preferenciales y apalancar las inaplicables leyes de previsión.

Hasta ahora hemos visto que la seguridad social es vulnerable por el desempleo, la informalidad, por la simulación, la tercerización e inequidades, representadas por grupos especiales que discriminan a otros. Estas situaciones o cuadro general, contrae la solidaridad y reduce la seguridad social.

Esta fragilidad se ha producido por la reducción del costo de la mano de otra, regulando e interviniendo el Estado, con resultados parciales; aún cuando el gobierno actúa, como se afirmó antes, en dos (2) frentes de acción para afrontar la cuestión social; involucrando actores distintos a los tradicionales y programas asistenciales de auxilio, mientras que el segundo frente, fue el más descuidado; es el propio mercado de trabajo, donde las políticas, son más escasas y unidireccionales. Esta dualidad y preferencia final (la asistencial) es agotable y sólo sostenible con el ingreso petrolero.


Legislación Social y Mercado de Trabajo

En el mercado de trabajo ya las trayectorias laborales no son las mismas. Este documento pone en tela de juicio la intervención gubernamental al margen del mercado de trabajo que es el que genera la precariedad o lo que es lo mismo, la inseguridad, centrada en mujeres, personas poco cualificadas y jóvenes, que son por lo general, los que se desenvuelven en esa dinámica laboral (Comisión Europea, 2006). La legislación venezolana no contribuye a insertar a estos segmentos, ni los protege.

El diálogo social no ocupa ningún papel relevante en la configuración de la política social; aunque en otros ámbitos el gobierno ha llamado a una participación popular más extensa. No puede afirmarse que ello involucre una política concertada, coherente, esto es; que tales “mesas técnicas”, como se las denomina, impliquen un proceso de negociación formal y acoger alguna directiva o alguna conclusión normativa.

Las ramas del seguro social en el sistema público no están respondiendo a la cuestión social aquí planteada. Las reformas examinadas no lo contemplan, giran sobre otros asuntos. En materia de salud, la misión Barrio Adentro, ha brindado asistencia médica como un derecho no sujeto a ninguna condición asegurativa, pero no existen estudios que permitan evaluar el alcance del plan (Aponte Blank, 2007) y su conexión con el resto de la red pública (OCDE, 2006). Lo que si está claro es que los que reciben asistencia médica no receptan a su vez indemnizaciones dinerarias, ligadas a un contrato de trabajo; las que de ordinario tampoco son canceladas por el seguro social. En lo que respecta a la pensión de vejez, lo que la legislación permite, es una pensión homologada al salario mínimo, pero sólo al universo de cotizantes que alcancen la edad requerida, en tanto que las pensiones asistenciales son bajas y con entrega irregular y discrecional (Díaz, 2008b).

El seguro de desempleo está restringido a los trabajadores por cuenta ajena, aun cuando la Constitución Nacional lo extiende a todos los trabajadores, y aparte de ofrecer el seguro de cesantía, va más allá; concediendo protección a los desempleados, como ampliación del seguro social de cesantía.

Conclusiones

1) El gobierno se constituyó en el gran empleador, pero también en el gran empresario. El discurso o prédica de la propiedad colectiva socialista, está a distancia considerable de la realidad. En este esquema, la seguridad social depende más de los subsidios que del aporte privado.

2) La estrechez presupuestaria afectará el funcionamiento de los proyectos institucionales y las misiones, también, a los regimenes previsionales corporativos y hasta el del seguro social.

3) Es de observar que las pensiones no tienen financiamiento a largo plazo, ni existen formulas de ajuste garantizadas conforme al costo de vida, salvo el salario mínimo.

4) Existe un problema de identificación de la seguridad social con la población joven profesional, la que desalentada, emigra a otros espacios de cobertura previsional de tipo corporativo o privado, lo que hace más vulnerable al seguro social, que queda como un retazo para la clase trabajadora más pobre.

5) La intervención gubernamental está ubicándose fuera del mercado de trabajo, canalizando la oferta y demanda a través de la asistencia y el reparto, pero es una apuesta que dependerá del horizonte petrolero.


BIBLIOGRAFIA


Aponte Blank, Carlos (2007). Evaluación del impacto y misiones sociales: Una aproximación general. En: Revista Fermentum. Año 17. No. 48, enero-abril. Universidad del los Andes, Venezuela

Comisión Europea (2006). Libro verde: Modernizar el Derecho Laboral para afrontar los retos del Siglo XXI. Comisión Nº.708. Bruselas.

Organización para la Cooperación y de Desarrollo Económico –OCDE- (2006). Reviews of health systems: Switzerland, París.

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE- (2007). Pensions at a glance: Public policies across OECD countries. OCDE, Paris.

Organización Internacional del Trabajo –OIT- (2009). Panorama Laboral, Lima. Perú.

Díaz, Luis Eduardo (2008a). La seguridad social en las nuevas formas de organización de la Producción en Venezuela. En: Revista EFT, edición No. 34. Equipo Federal del Trabajo, Argentina.

Díaz, Luis Eduardo (2008b). Concepto y aplicación de la seguridad social en Venezuela. En: Cuestiones Políticas. Vol. 24, No. 41, julio-diciembre. Universidad del Zulia, Venezuela.

Walker, Robert y Pellissery, Sony (2008). Promoción de la seguridad social y crecimiento económico en la Región de Asia y el Pacífico. Revista Internacional de Seguridad Social, Vol. 61, 2/2008. AISS, Ginebra.

Vera Azaf, Blanca (2008). EE UU en la encrucijada: qué hacer con 40 millones de deudores hipotecarios. En: El Nacional, 02-11-08, Caracas, Venezuela.



























RESUMEN



LA CUESTIÓN SOCIAL EN VENEZUELA


Luis Eduardo Díaz



La seguridad social es vulnerable porque el empleo también lo es. La informalidad es el trazo principal de la fragilidad de los sistemas previsionales. Esta desventaja asegurativa está representada asimismo por grupos étnicos, mujeres, tercerizados y trabajadores precarios, aparte de profundas inequidades entre diferentes segmentos laborales.

Consecuencia de lo anterior, el contrato social, se encuentra en crisis, siendo que lo más seguro es lo inestable, lo incierto. Las instituciones son desbordadas, los sindicatos han perdido legitimidad y el Estado no puede controlar zonas dominadas por el crimen, lo que trae consigo y es lo más grave; la desestabilización del sistema democrático.

El documento explora las razones de esta crisis, especialmente se trata el caso venezolano y las motivaciones de la reforma, haciendo un análisis de las últimas innovaciones, a partir de textos jurídicos para describir el modo de cómo son los remedios abordados y cómo pueden caracterizarse las acciones gubernamentales.

Se concluye que el Estado venezolano se convierte en el gran empleador y empresario con las consecuencias que ello acarrea, entre las cuales destaca la dependencia de subsidios provenientes de la renta petrolera y la sustitución de los aportes privados. Se concluye asimismo que la intervención gubernamental se ubica principalmente al margen del mercado de trabajo, favoreciendo la asistencia y el reparto, en medio de una coyuntura desfavorable de caída del ingreso y de fondos previsionales sin financiamiento, ni recursos disponibles.


Palabras clave: Seguridad social, asistencia pública, diálogo social, mercado de trabajo, política social.

No hay comentarios: